La 61ª sesión de la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres

El domingo 12 de marzo fue un día emocionante para la comunidad del Noviciado Internacional Cor Unum viajamos de Chicago, la ciudad donde vivimos, a la ciudad de Nueva York para participar en la 61ª sesión de la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres. Nuestro Segundo día en NY comenzó con la presentación de Cecile Meijer sobre el estatus de DPI (Departamento de Información Pública) y ECOSOC (El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas) en relación a la estructura de la ONU. La presentación de Cecile nos preparó para considerar cómo podíamos relacionarnos con los distintos temas que escucharíamos sobre la Comisión en el Estatus de las Mujeres. Aprendimos que, con nuestra espiritualidad encarnada, que es descubrir y manifestar el amor de Dios, tenemos el compromiso de mirar al mundo herido con respeto, tolerancia y paz. Esta es la manera con la que nos acercamos a distintos problemas del mundo, para ayudar a la gente a tener una vida digna. También descubrimos que es ahí donde converge nuestro carisma con los propósitos de la ONU. 

Iniciamos con una oración el jueves, nuestro tercer día en NY. Sheila Smith dirigió la oración y nos invitó a reflexionar sobre la conexión entre nuestro carisma y el servicio de JPIC. Íbamos a participar en la Comisión del Estatus de las Mujeres el martes y miércoles, pero la nieve hizo que se cancelaran los eventos del martes. Sin embargo, gracias a eso pudimos tener diálogos muy significativos que nos ayudaron a comprender la información que escucharíamos el miércoles sobre la condición de las mujeres en el mundo. Por la mañana vimos una película llamada Pray the Devil Back to Hell, que narra la problemática social en la República Africana de Liberia, donde la guerra civil ha dividido al país y dejado cientos de miles de muertos o desplazados. La película reconstruye el proceso de una coalición de mujeres cristianas y musulmanas que se unieron para presionar al gobierno a entablar diálogos de paz a través de tácticas no violentas. Nos impresionó que este movimiento de base haya conducido a elecciones democráticas y a la elección de la primera mujer presidente en Liberia. Estas mujeres comunes y sin armas lograron acabar con la Guerra civil, desarmar a los rebeldes y quitar al dictador del poder. Por la tarde, Sheila nos compartió su investigación sobre el tráfico de personas de la población indígena en Canadá. Las historias de las sobrevivientes de tráfico de personas fueron muy impactantes. Especialmente la que nos contó sobre una sobreviviente que se convirtió en su ahijada nos hizo entender más profundamente la relación entre oración y misión apostólica. Nos ayudó ver la película juntas, escuchar a Sheila y descubrir la importancia de estar atentas a los dolores y esperanzas que hay en el mundo.

Finalmente, el miércoles pudimos participar en la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatus de las Mujeres. Cada una de nosotras eligió dos o tres eventos que le parecían interesantes y al final del día compartimos la información. Chihiro Yamamoto eligió un evento titulado “Empoderamiento de las mujeres en áreas rurales e inseguras en Afganistán”. En el evento, pudo conocer cómo los gobiernos de Afganistán y la India están trabajando juntos para el empoderamiento económico y la mejora de la educación para las mujeres afganas. A través del programa de empoderamiento económico, que ha permitido a muchas mujeres capacitarse como costureras en India, Afganistán está tratando de integrar a las mujeres de las áreas rurales. Yuriko Tezuka participó en tres eventos sobre el tráfico de personas. Descubrió que este es un fenómeno presente en todo el mundo. Todos los oradores subrayaron la necesidad urgente de apoyar a los sobrevivientes a través de refugios, orientación vocacional, etc. Miriam Yu encontró un evento “Normas sociales, equidad de género y empoderamiento de los jóvenes”, muy impresionante. Le conmovió especialmente una activista danesa, Emma Holten, que la hizo reflexionar sobre la importancia de educar a los adolescentes en sexualidad, cada vez más presente en estudiantes jóvenes en todo el mundo. Min-Ah Cho encontró un evento llamado “Solidaridad con las trabajadoras domésticas: justiciar económica, racial y de género”, muy interesante. En el panel bilingüe (inglés y español), las panelistas identificaban la vulnerabilidad de las trabajadoras domésticas migrantes con temas críticos, incluyendo la violencia sexual, golpes, confiscación de pasaportes y la retención de salarios.

Además de los eventos en las Naciones Unidas, la ciudad de Nueva York nos dejó a la comunidad muchos bellos recuerdos. Agradecemos sinceramente la cálida hospitalidad de las comunidades de Nueva York y nuestro tiempo ahí.