Una RSCJ de Indonesia habla en las Naciones Unidas

Gerardette Philips rscj
Photo por Cecile Meijer rscj

El 4 de octubre de 2007, Gerardette Philips rscj habló durante la audiencia interactiva oficiosa de la Asamblea General con representantes de la sociedad civil sobre "Estrategias y mejores prácticas para lograr la cooperación entre religiones y culturas”. Gera fue una de los 10 presentadores elegidos entre 175 personas nominadas para hablar. Esta audiencia con representantes de la sociedad civil formaba parte del Diálogo de Alto Nivel sobre la Comprensión entre Religiones y Culturas y la Cooperación en pro de la Paz: 4-5 de octubre de 2007. Para leer el texto de la presentación de Gera, por favor vean más abajo. 

Estrategias y mejores prácticas para lograr la cooperación entre religiones y culturas

Hna. Gerardette Philips, RSCJ
Colegio Islámico de Estudios Superiores/Religiosas del Sagrado Corazón


Muchas gracias por invitarme a la ONU. Estamos en el Mes Santo del Ramadán y me gustaría compartir una experiencia que tuve en este mes porque nos demuestra que nuestros corazones desean la paz. La paz es la inteligencia del corazón.

Era el año 1995 cuando un niño cristiano de 12 años en Pakistán iba a ser sentenciado a muerte por garabatear pintadas en los muros de una Mezquita. La noche en la que esto iba a suceder, la Universidad en Delhi, en la que yo estudiaba, invitó al claustro de profesoras y a las alumnas a una vigilia de oración y a romper el ayuno. Las mujeres rezaron por el niño de 12 años para que fuera liberado y pudiera volver con su madre. Al día siguiente, antes del amanecer, varias estudiantes me pidieron que les diera algunas citas de la Biblia que hablaran del perdón, de la compasión y de la paz. Cuando llegué a la Universidad, vi versículos del Corán y de la Biblia en las paredes y en los tablones de anuncios de la Universidad junto con la noticia de que el niño había sido liberado en Pakistán! Las mujeres en Delhi tuvieron fe en que su profunda oración tendría el poder de liberar al niño en Pakistán. Pero lo que ellas no sabían era que lograron unir la esencia de las dos religiones.

Su atención al dolor alrededor de ellas y su intención de rezar se manifestó en libertad. Como mujeres, conocen el significado de dar a luz y de los derechos de nacimiento de cada individuo. La guerra en nombre de la religión y sus efectos nos lleva a recordar nuestra verdadera naturaleza, nuestra paz.

Nuestras prácticas son:
1.    Relajarse
2.    No tener miedo
3.    Volver al Centro
4.    Encontrar la “religión del corazón”

Para ello nuestro primer ejercicio es Relajarse. Normalmente pensamos que cuando estamos con personas de otra cultura o religión tenemos que ser diferentes, y no estamos relajados en presencia de los otros. Cuando estamos relajados nuestra alma inmortal está libre para actuar y así nos encontramos al nivel más profundo de cada una de las otras religiones y culturas en verdad y libertad, sin miedo. Esto nos lleva a la segunda práctica.

No tener miedo: El miedo es asfixiante. Sabemos que sólo el amor puede disipar el miedo pero para amar necesitamos aprender a vernos a nosotros mismos como los otros nos ven. ¿Cómo podemos hacer esto? Nuestra tercera práctica puede ayudarnos.

Volver al Centro: Sólo podemos penetrar en el misterio interior del otro si nos atrevemos lo suficiente a volver al centro, a lo más íntimo, esto significa volver a nuestro propio corazón y encontrar allí la verdad silenciosa de lo que somos. Esto puede suceder con. la cuarta práctica.

Encontrar la ‘religión del corazón’: El corazón de la religión es la religión del corazón en la que todas las formas externas se trascienden. Es aquí que encontramos la sabiduría eterna o Sophia cuyo resplandor surge del centro de cada mensaje divino. En este tiempo de hostilidad de los unos hacia los otros, sólo esta sabiduría puede darnos la luz de la armonía y el calor de la compasión y el amor.    

Tal como ofrecí cuatro prácticas, ofrezco cuatro estrategias:
1.    Vivir el mensaje
2.    Integridad abierta
3.    Comunión más allá del dialogo          
4.    Negar lo negativo

La primera es Vivir el Mensaje. En el Corán se dice, "Di, (Oh Muhammad S.A.W) "¡Gente de la Escritura (judíos y cristianos)! Convengamos en una palabra aceptable a vosotros y a nosotros, según la cual no serviremos sino a Alá. ….” Al-Imran 64

El significado de ‘palabra’ en árabe se expresa como Kalimatun Sewa: ‘plataforma común’. ¿Cómo podemos llegar a esta plataforma común? Cuando musulmanes y cristianos viven desde lo profundo de su propia revelación alumbran un nuevo horizonte y un rumbo decisivo.

La segunda estrategia es una integridad abierta. Si los seguidores de cada religión dicen poseer la verdad y se comprometen con esta verdad, la pregunta que surge es -¿pueden las personas de fe y culturas diferentes aprender verdaderamente a escucharse? El reto es aprender a cruzar las fronteras religiosas y culturales conservando la propia integridad.

La tercera estrategia es Comunión más allá del diálogo. Para vivir una integridad abierta necesitamos vivir en comunión con los otros. Los seres humanos son creados a imagen de Dios para dar vida a los demás y estar en comunión. Sin embargo, nuestros diálogos no están basados en la comunión sino en una justificación mutua que no resuelve los conflictos sino que los agudiza. Para estar en una verdadera cooperación tiene que darse un “nosotros” inclusivo que cree comunión. Quizá la última estrategia nos permita estar en comunión.

Negar los negativo. La luz de la fe en nuestras tradiciones nos da un panorama que nos ayuda a orientarnos en la situación caótica del mundo moderno. Sin embargo, para que podamos hacer esto libre de prejuicios, nuestra mejor estrategia es negar lo negativo. Necesitamos creer en lo mejor de los otros, no en lo peor, inculcando en nuestro mundo una energía positiva que despierte la conciencia de la bondad que existe en nuestro mundo, especialmente en las relaciones entre musulmanes y cristianos. De esta forma estamos dando forma a la realidad actual según lo que conocemos y creemos, y lo que es más importante dando a nuestros niños la esperanza que se merecen.  

Comencé esta charla con una anécdota sobre el niño que experimentó el perdón. Como aquellas mujeres de fe que nos recordaron este deber sagrado durante el mes de Ramadán, vayamos hacia adelante en espíritu de apertura al perdón para encontrarnos en una profunda comunión.

Dejemos que las mujeres nos enseñen la inteligencia de sus corazones!