Nuestro mundo padece hambre de esperanza. Ya sea que miremos hacia atrás o que anticipemos el 2011 en general no nos apetece leer el periódico o ver televisión, debido a innumerables trastornos en todos niveles.
La ONU es un lugar donde la esperanza se siente en casa en la insistente articulación de acuerdos y promesas que requiere sean traducidas en acciones concretas. Esto se vio de manera clarísima en la Cumbre de los ODM, la cual evaluó lo que se ha alcanzado hasta ahora, al mismo tiempo luchando por lo que queda por hacer antes del 2015.
Este Boletín nos invita a tener en cuenta la realidad de asuntos que son a la vez complejos y entretejidos. Una vez más acogemos la voz de estudiantes. Les deseamos un renacer de esperanza y un año nuevo marcado por hechos que correspondan a nuestras palabras.
