Informe de la Conferencia DIP/ONG 2009

Exquisite hospitality by the Provincial House community
Patricia García de Quevedo rscj, Anne Montgomery rscj, Irene Franco rscj
María Cristina García Vallejo and Patricia García de Quevedo rscj
María Zubería

Algunos datos que nos impactaron:

  • Para los niños soldados en África, el precio de un arma es equivalente a la de un pollo.
  • Qué hay que desarmar, ¿arsenales? o ¿armas familiares?
  • Mueren 15 personas en el mundo, cada diez minutos a causa de armas de fuego.
  • El 80% de los suicidios se da en los hombres y son ellos quienes portan las armas.
  • Algunas de las palabras que más se escucharon fueron: “desigualdad” y como consecuencia el “empobrecimiento” y la urgente necesidad de educar para la paz y la no-violencia.

La 62ª conferencia anual del DIP/ONG titulada ¡Desarme Ahora! Trabajemos por la Paz y el Desarrollo tuvo lugar en Ciudad de México del 9 al 11 de septiembre. Más de 1100 participantes de 55 países escucharon a oradores que les inspiraron y oyeron fuertes testimonios provenientes de víctimas de violencia. En el grupo de participantes se encontraba una delegación de RSCJ integrada por Patricia García de Quevedo rscj, Irene Franco rscj, María Cristina García Vallejo, Coordinadora de la Red de educación formal de la provincia México-Nicaragua, y María Zubiría, también colaboradora laica (todas de México), y Anne Montgomery rscj y Cecile Meijer rscj (ambas de los Estados Unidos).

Dieciséis de nosotras nos hospedamos en la comunidad RSCJ de la casa provincial: las hermanas de Notre Dame de Namur (SNDdN), las Hermanas Educadoras de Notre Dame (SSND), las RSCJ y las colaboradoras laicas. Tuvimos encuentros en grandes y pequeños grupos en preparación a la conferencia, nos reunimos para desglosar y reflexionar juntas el día después, juntas entramos en la cultura mexicana, rezamos y festejamos. Puesto que veníamos de Brasil, México, Nicaragua, Perú y los Estados Unidos, nuestra semana fue una rica experiencia intercultural e intercongregacional de vivir las llamadas de nuestro Capitulo general de 2008.

A continuación ofrecemos algunas de las reflexiones de las participantes en nombre de la Sociedad del Sagrado Corazón.

La presencia de la ONU en México, durante esos días fue muy significativa. Fue una invitación a sentirnos parte de un mundo en el que tenemos tanto por hacer en relación a la justicia, la paz, la no violencia.

La Bienvenida la dieron diferentes representantes de las Naciones Unidas, entre ellos Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU. Fue muy significativa la participación de Jody Williams, Premio Nobel de la Paz y fundadora de la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Terrestres.

La ONU tiene muchos discursos importantes en relación al tema del desarme pero necesitamos concientizarnos y actuar desde la sociedad civil para que las acciones sean más significativas. La participación y compromiso de los jóvenes a través de diferentes ONGs me dio esperanza. Llegar al compromiso que tienen implica una educación a la paz y a la no-violencia; esto supone contar con el apoyo que han recibido desde la familia y en la escuela.

Patricia García de Quevedo rscj

La opinión de los jóvenes respecto a las actividades de la ONU generalmente es una crítica negativa sin fundamento. Esto lo sé ya que yo solía ser una de estas personas que veía a la ONU como una organización donde hay mucha plática pero poca acción. Consideraba que los objetivos planteados eran inalcanzables y que les faltaba concretizar la estrategia para alcanzarlos.

Mis creencias se vieron reformadas al ser invitada por las RSCJ a participar en el Congreso que se llevó a cabo en Septiembre. Tuve la oportunidad de conocer a fondo gente sumamente involucrada con el cambio para un mundo mejor. Sus propuestas fueron innovadoras y siempre basadas en la esperanza de un cambio. Aprendí sobre pequeños proyectos que se están desarrollando en todo el mundo con el mismo objetivo del desarme a través de distintas técnicas. Finalmente, pude entender la importancia de la Conferencia no solo para informar sino para aportar ideas concretas de cómo podemos hacer un cambio.

El trabajo de la ONU es plantar una pequeña semilla en cada uno de los participantes para que trasmitan sus ideas y esfuerzos para un objetivo en común. La ONU no es responsable de la falta de acción de sus integrantes ya que es responsabilidad de cada quién el llevar lo aprendido un paso más allá. Se compartieron ideas, esperanzas, proyectos, historias con el objetivo de transmitir todo esto a las personas que no pudieron asistir a la Conferencia. En mi caso, contribuyo con pequeñas acciones que buscan informar y apoyar al desarme global desde mi propio contexto y realidad.

María Zubiría

El desarme empieza en cada persona

Lo que percibí en la Conferencia fue esperanza, búsqueda, dolor, cuestionamientos, retos y dificultades estructurales a todos los niveles: local, nacional y mundial. Y la entrega sincera en la construcción de un mundo vivo y seguro para todos/as.

Creo que la búsqueda del desarme personal y familiar es central, cimiento y posibilidad para lograr proyectar el valor de la vida, del diálogo y de la necesidad de las diferencias en la construcción de la Paz; de una Sociedad más justa que atienda el Bienestar Social y sea semilla de verdaderos Seres humanos que generen Vida en abundancia en todo el planeta y en todo lo existente.

Es importante en nuestros procesos de Paz:

  • Los procesos personales internos de reconciliación, de experiencia de paz para proyectarla hacia otros/as. Sin duda, que el cambio del Mundo empieza en el corazón de cada persona.

  • El Diálogo, la comunicación  es condición para establecer relaciones que vivan y comuniquen la Paz.

  • Y la Unidad en la Diversidad, como condición de la experiencia de la acogida al otro/a y de la posibilidad de concretizar la experiencia del amor incondicional. Sólo quien se siente amado, aceptado; es capaz de hacer realidad el amor desde sus actitudes de inclusión, de escucha, de llegar a acuerdos que den vida a ambas o todas las partes en relación.

Irene Franco rscj

La conferencia ofreció a la vez un mensaje de esperanza, que provenía, irónicamente, de los que más han sufrido a causa de la violencia, desde la violación hasta los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki. El alcalde de Hiroshima, el Dr. Tadatoshi Akiba, presidente de Alcaldes por la paz, expresó no un deseo de venganza sino la pasión de los Hibakusha (término que significa “persona bombardeada” y con el que se designa a los supervivientes de los bombardeos nucleares) por salvar a otros de padecer sus mismos sufrimientos. El Sr. Akiba describió la campaña desde la base “Visión 2020”, la cual incluye en este momento 3,000 ciudades en 134 países y que tiene como meta eliminar las armas nucleares para el 2020, preferiblemente antes. Sugirió unos Juegos olímpicos en Hiroshima para celebrar esa victoria. Grupos de mujeres indígenas del Congo y de Chiapas nos inspiraron con su fuerza, valor y perseverancia en denunciar la violación de sus cuerpos y la negación de sus derechos humanos, y por lograr organizarse en un ambiente peligroso y opresivo. Dieron testimonio al hecho que el verdadero cambio tiene que venir de la gente ordinaria quienes, como dijo el Alcalde Akiba, rehúsan ser rehenes de las armas de los políticos, cara a la desigualdad, el racismo y la opresión, pero que marchan juntas hacia una meta clara e inequívoca.

Anne Montgomery rscj

Como laica viví dos grandes dimensiones, un primer acercamiento con la orientación, análisis y reflexión, que guiaron las RSCJ, junto con las SNDdN y las SSND, en el que sus vivencias, experiencia y profundo compromiso nos hizo abrir la ventana a un mundo posible y diferente y que para ello existen personas que, como ellas, dedican su vida, su sabiduría y esfuerzo. Tuve la dicha de compartir con cada una de ellas y admirarlas desde lo más profundo. Conocerlas a ellas y a quienes participaron en la Conferencia, representa un signo de gran esperanza y de que aún con un granito de arena, muchas personas en todo el mundo, buscan nuevos caminos, y siguen empujando desde su trinchera.

Una segunda dimensión se abrió al escuchar a todos los ponentes. El desarme, las bombas atómicas, parecen conceptos tan lejano a nuestra realidad cotidiana y sin embargo, conforme avanzaba la conferencia, el abanico que abarca la palabra Desarme, tomó su verdadera dimensión, su dolorosa dimensión, tan vivida y cercana, iba apareciendo con caras conocidas, surgían estampas de profundo desconsuelo y de la cotidianidad de muchos seres humanos, en los que, la violencia está presente como estilo de vida. Crear sinergia y compromiso con todos los pueblos es el camino que nos señalan estos grupos, para lograr la cooperación y la paz. La compasión como arma, la tolerancia como bandera.

María Cristina García Vallejo

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