Unidos para una cultura de paz

De izquierda a derecha: Cecile Meijer, rscj y Katinka Vanderbauwhede, llevando respectivamente las banderas de los Países Bajos y Bélgica. Foto por Janet Egyhazi.

¿Quien no quiere la paz? ¿Paz en su país y en el mundo? Promover la paz mundial y la seguridad es uno de los principales objetivos de las Naciones Unidas, y el diálogo interreligioso ha sido reconocido cada vez más como una herramienta de vital importancia para alcanzar la paz. En una resolución histórica del 20 de octubre de 2010, la Asamblea general proclamó la primera semana de febrero de cada año como la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, reconociendo que "los imperativos morales de todas las religiones, convicciones y creencias incluyen la paz, la tolerancia y la comprensión mutua".

El tema de la celebración de este año de la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional fue Unidos por una cultura de paz a través de la armonía interreligiosa y se llevó a cabo en el salón de la Asamblea general el jueves 14 de febrero de 2013. Alrededor de 1.400 personas asistieron a la celebración. Entre ellos se encontraban 24 estudiantes y profesores de tres colegios del Sagrado Corazón. Disfruten las siguientes reflexiones que capturan acertadamente lo que significó este día en las Naciones Unidas para algunas de nuestras participantes del Sagrado Corazón.

Oficina ONG, marzo 2013

¡Qué apropiado que se celebrase la Conferencia en el día de San Valentín, que celebra el amor y la unidad!  Vivimos la Conferencia desde el piso de la Asamblea General, el mismo lugar donde los delegados de las Naciones Unidas negocian y discuten cómo reunir a los 193 países del mundo. Para mí, el momento más memorable de la Conferencia fue el servicio de oración, cuando distintas religiones, desde el Jainismo al Cristianismo, desde el Budismo al Islam, todas rezaron por la paz y la unidad para el mundo.

CeCe, estudiante en Bryn Mawr

Me encantó asistir a la Conferencia de la ONU, y me sentí muy honrada de ser parte de ella. En cuanto a los discursos, disfruté especialmente del que dio el Embajador T. Hamid Al-Bayati de Irak, quien  habló sobre cómo había crecido en un hogar de múltiples creencias, y también el discurso de la Sra. Kiran Bali, de la India, quien habló sobre el papel de la mujer en iniciativas interreligiosas contra la violencia. En la última intervención el Dr. Patrick Ho habló sobre la importancia de una conducta social adecuada: tratar a los demás con respeto, cuidado y compasión. Su discurso también me ha marcado.

Las oraciones internacionales por la paz fueron bellas. Me ha gustado especialmente la del Imam musulmán. Su oración por la paz, aunque  específica a su cultura, parecía tan universal por su tema de  paz mundial y felicidad. Dijo que “cada bebé llega al mundo llorando en el mismo idioma” (parafraseado), y creo que esto describe perfectamente la universalidad de todas las emociones humanas y de la experiencia. Creo que esta idea, que como seres humanos todos pasamos por las mismas emociones, fue un tema central de la Conferencia: en el fondo somos similares y por lo tanto debemos  aceptarnos  unos a otros y a las diversas religiones del mundo.

La ceremonia de la bandera fue una de las más conmovedoras que he experimentado. Hizo que el acto de orar por la paz y por el entendimiento interreligioso fuese muy literal, tangible e interactivo. Una sala entera llena de personajes ilustres gritó “¡Que haya paz en Afganistán! ¡Que haya paz en Albania!”, hasta terminar el alfabeto. ¡Me encantó! Este acto fue doblemente especial ya que nuestra profesora Ms.Vanderbauwhede participó en él, representando a Bélgica. El resto de mis compañeras y yo estuvimos muy orgullosas de ver a nuestra profesora representando a su país. Esta experiencia ha ampliado mi visión del mundo.

Lily, estudiante en la ciudad de Nueva York


Durante la ceremonia de la bandera pensé que sería una locura orar por la paz en cada país, pero la ceremonia fue hermosa. Todos rezamos juntos, “Que haya paz en ...”

La experiencia me abrió los ojos. Hoy día nuestro mundo está tan acostumbrado a la violencia, a la guerra y al derramamiento de sangre que este movimiento por la paz entre todos los países fue esclarecedor. El día fue más gratificante que jamás imaginé y me sentí honrada de ser parte del movimiento por la paz y la unidad entre las religiones y culturas de todo el mundo.

Christine, estudiante en Bryn Mawr

Después de escuchar a todos los oradores tan apasionados y admirables, una idea ha quedado conmigo al intentar comprender la característica más notable de todos los seguidores de la increíble variedad de religiones, algo que me viene a la mente: la esperanza. Creo que la religión es un medio a través del cual las personas ejercen su necesidad común de tener esperanza – tener esperanza de un día mejor para ellos mismos, para sus comunidades y para el mundo en general; tener esperanza de  buena salud y prosperidad; tener esperanza por la paz. Uno de los ponentes, la Sra. Kiran Bali, pronunció una llamada muy potente: "La diversidad no tiene que dividir. Debemos nutrir la llama de la unidad". Estamos unidos en nuestra esperanza por un mañana más pacífico. Si la religión debe traernos la paz, entonces debiera haber un diálogo pacífico para resolver problemas internacionales e interreligiosos, lo cual es exactamente el propósito de la Conferencia de armonía interreligiosa de la ONU. Los ponentes destacaron que no importa si una religión tiene el mayor número de seguidores en una región; no hay ninguna razón justificable para denunciar cualquier otra fe o provocar conflictos en nombre de la religión. Un recurso que abunda en todo el mundo es la esperanza, y esto debe ser respetado. Nadie tiene más derecho a tener más esperanza de que otro - este es el terreno común que todos apreciamos y valoramos. De hecho, tenemos la responsabilidad mutua de asegurar que la esperanza de los pueblos, independientemente de su fe y su afiliación religiosa, no quede  sin respuesta. Llenemos  todos este mundo con amor como Dios lo ha deseado, no importa qué nombre uses como referencia.  Citando a Sai Baba, "Hay una sola religión: la religión del amor."

Kanishka, estudiante en la ciudad de Nueva York

¡Que placer haber sido parte de esta Conferencia y estado en comunión con muchos credos y religiones! Cuando escuchaba a los ponentes muy inspiradores, pensé: ¡A la gran mayoría de la población le encantaría estar aquí porque nos estamos esforzando por estar en paz con los demás! ¿Pero quién nos oye? ¿Cómo podríamos dejarnos oír más fuertemente? ¿Ser más escuchados? Como de costumbre son las minorías a las que los medios de comunicación prestan atención. ¿Cómo podemos cambiar esto? ¿Fue presentado este evento en la televisión? ¿Reportado en las noticias? ¿En los periódicos? Necesitamos cambiar el punto de vista de los medios de comunicación para que muestren más sobre lo que es bueno, pacifico, lleno de esperanza en nuestro mundo. No solamente la violencia.

Las oraciones de la Sinfonía de la Paz fueron conmovedoras, con su mezcla de trajes culturales, de idiomas, de culturas. ¡Sentí como si formase parte de un gran corazón latiendo en el mundo!                                                                                                      

Anne Hoppenot, Profesora en Princeton