No toda migración femenina es libre

¿Saben que hoy día en el mundo se da una feminización de la migración? El porcentaje de mujeres que emigran es creciente, y en todo el mundo las mujeres representan alrededor del 49% de todos los emigrantes. Muchas mujeres emigran solas: casada o soltera, para ayudar con su salario a sus familias – como principal sostén económico o como cabeza de familia – dejando en casa a los hijos y al resto de su familia. Asumen nuevos riesgos al emigrar, ya que son vulnerables a diferentes tipos de violencia, incluida la agresión sexual, con la posibilidad de contraer el VIH/SIDA. Cuando estas mujeres emigran con sus hijos se les multiplican las dificultades.

Aunque algunas mujeres emigran para la reunificación familiar, la mayoría dejan sus países por los mismos motivos que los hombres, por ejemplo, la falta de oportunidades y el alto nivel de desempleo, la pobreza y un grave estancamiento económico y social, la inseguridad de los medios de subsistencia y la lucha por recursos como el agua, la desigualdad resultante de la globalización; otros desplazamiento se deben a los conflictos armados, guerras civiles, violencia, persecución y violaciones de los derechos humanos, el deterioro del medio ambiente y los desastres naturales.

Pero no toda mujer que emigra termina a salvo en un lugar seguro. Algunas mujeres, especialmente las jóvenes y las niñas (algunas de tan sólo diez años), son engañadas por atractivos anuncios de buenos empleos en el extranjero; otras son atraídas por los traficantes mismos que les garantizan un empleo seguro en el extranjero, con un salario excelente y alojamiento gratuito. Aún peor, otras son vendidas por sus familias, desesperados y sin posibilidad de alimentarlos a todos. La trata o tráfico humano consiste en la explotación y la esclavitud de otra persona (hombre o mujer) mediante la coacción y el engaño.

Los traficantes se encuentran por todas partes, puede ser un tío o una tía, un 'amable vecino' de la puerta de al lado, un amigo de la familia o un “profesor simpático” en la escuela. A menudo son parte de una red más extensa o de una organización internacional de delincuencia, que se alimenta de personas desesperadas deseosas de salir de la miseria. Se desconoce cuántas personas en un momento dado están siendo víctimas de este tráfico, pero la Estimación Mundial de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre el Trabajo Forzado en 2012 estima que hay unos 20,9 millones de víctimas de trabajos forzados, incluyendo la explotación sexual. La trata es el tercer negocio más lucrativo del mundo después del comercio de armas y drogas, y mueve $32 billones al año. La trata incluye tráfico sexual, trabajo forzado, servidumbre laboral, servidumbre doméstica forzada, trabajo infantil forzado y niños soldados.

La trata no conoce fronteras y se da entre países pobres, de un país pobre a un país rico, o dentro de los países, ricos o pobres. La trata es un delito y ha sido clasificada como esclavitud moderna. La ONU tiene varios mecanismos para vigilar y combatir este crimen atroz; por ejemplo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, varios Relatores Especiales, el Protocolo de Palermo del año 2000, el Plan de Acción Mundial de la Asamblea General de la ONU para combatir la trata de personas, y varios convenios de la OIT.

A pesar de los muchos esfuerzos internacionales hechos para detener la trata, el mundo sólo podrá combatir y suprimir efectivamente este despreciable crimen mediante la adopción y aplicación estricta de leyes contra la trata y de planes nacionales de acción a nivel local, es decir, en cada país.Dicha legislación debe ir acompañada de la educación y la concientización de la población general, especialmente en lugares donde se reúnen jóvenes y niñas, como las escuelas. En este sentido, el reciente informe a la Asamblea General (A/67/170) hecho por el Secretario General de la ONU menciona en el párrafo 28 las siguientes prácticas de los Estados:

Si bien las medidas de educación y sensibilización son necesarias para prevenir la trata de personas, también es importante concentrarse en los factores que hacen a las personas, en particular a las mujeres y a las niñas, vulnerables a la trata. Las medidas que más aplican los Estados que han presentado informes son la puesta en marcha de programas de educación, capacitación y sensibilización destinados a aumentar el conocimiento que se tiene sobre la trata de personas y los riesgos que conlleva. Entre otras actividades se incluyen la publicación de materiales de información en medios electrónicos e impresos, la producción de películas y programas de radio y televisión, la creación de sitios web, y la inclusión en los planes de estudios escolares de temas relativos a la trata de personas. Muchas actividades se llevan a cabo en varios idiomas y en cooperación con asociados, como organizaciones no gubernamentales, organizaciones internacionales y regionales, instituciones nacionales de derechos humanos, medios de comunicación y el sector empresarial.

¿Cuál es nuestra respuesta como educadores/as del Sagrado Corazón a la evidente invitación a modelar e infundir confianza en los corazones de nuestros alumnos, pero al mismo tiempo prepararlos para estar vigilantes ante la traición y las falsas promesas? Quizá nuestro mundo nos ofrece hoy la oportunidad de alertar sobre el crimen de tráfico de personas, especialmente de mujeres y niñas, introduciendo este tema de discusión en las aulas. ¿Qué respuesta elegimos?

Cecile Meijer, rscj
Oficina ONG
Noviembre de 2012